La violencia de género es un proceso gradual, el agresor suele ir poco a poco tomando el terreno y hay que permanecer alerta a esas señales que nos avisan de que una relación afectiva empieza a ser tóxica, como factor de riesgo de episodios violentos más explícitos y graves.
Porque, ¿para qué queremos una relación si no nos hace sentir bien? ¿No nos merecemos algo mejor?
Además, con gente estupenda al lado: tu grupo de amigas y amigos, la gente de la clase, con tus aficiones, la Red... hay tantas formas de pasarlo bien sin necesidad de tener pareja, que debemos querernos un poquito más y elegir aquello que nos alegra la vida por las mañanas.
Mira, con una relación abusiva pasa como cuando estás ante una escalera muy alta, cuando estás abajo del todo parece imposible llegar a arriba y tampoco parece importante subir un escalón más. Pero cada escalón te pone más cerca de la cima, cada escalón importa porque expone tu integridad y tu bienestar; porque tú eres importante.
Para saber en qué punto estás, te sugiero un juego, métete en este enlace del Cabildo de Tenerife:
App. Enrédate sin machismo
Si consigues desbloquear los tres niveles de dificultad, comprobarás que eres una tía o un tío que tiene las cosas claras en sus relaciones. Si descubres que esa relación en la que estás no está siendo constructiva... darte cuenta será el primer paso para romper esa pareja y estar bien, o para plantearte unas relaciones más gratificantes sin necesidad de ejercer control sobre nadie, con el orgullo de tener cerca a alguien desde la libertad y no desde la dependencia. ¡Bienvenidx a la igualdad!
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